Mi foto
MundosInsolitos
Ver todo mi perfil

Seguidores

domingo, 25 de abril de 2010

Reflexión desde la taza

Aquí estoy, delante del pc bebiéndome unas birras bien merecidas y sintiéndome culpable por estar en el proceso de adquirir un ligero pedillo antes de irme a dormir. He pensado que sería bueno hacer un pequeño kit-kat de reflexión en el blog, ya que es mío y escribo lo que me da la gana, pero ahora va a tener que ser con la ayuda de Juan, porque el régimen comunista opina que puede ser perjudicial para sus intereses dejar al descubierto una página como blogger y todos los blogs de opiniones personales y libres que soporta. Castro en Cuba no ha sido capaz de llegar a tal punto y algunos cubanos contrarios al régimen expresan sus ideas por mucho que le pese al todopoderoso.

Ahora que las reflexiones en la taza son más rápidas, de que ya no tienes la tapa calentita para cuando te sientas, el antibacteriológico para desinfectar y sobre todo el chorrito de agua a presión, regulable tanto en presión como en temperatura, confieso que la vida me ha cambiado. No se si a mejor o a peor. Por supuesto que cagar ya no va a ser lo mismo. Faltaría más. Y el que lo ha probado y opina lo contrario, miente. Y si no que se lo digan al fantástico Marín, que de sufrir estreñimiento rutinario y diario en su vida toledana, paso a visitar el trono entre tres y cuatro veces al día. ¿Alguien es capaz de entender ese cambio de actitud?

Bromas aparte, el otro día me encontré en el facebook con un amigo de la infancia. Nos conocemos desde enanos, pero no nos vemos mucho. En nuestras últimas coincidencias públicas, siempre hemos compartido unos porrillos y unas risas, que nunca vienen nada mal, ni lo uno ni lo otro. Le preguntaba que era de su vida, y me dijo que estaba de director en una sucursal de un banco importante español. No jodas! Que tuviste que hacer para estar ahí si todavía no tendrás ni treinta años!- le pregunté estupefacto. Y con una sorna y seriedad de individuo encorbatado que soy capaz de imaginarme desde la distancia, me responde:

– Muy fácil tío. Tú ya sabes cómo es esto. Cuando viene la gente sólo tengo que largarles el mismo cuento que a todos, y después decirles... ande, firme ahí debajo sobre la línea de puntos, que de lo demás ya me encargo yo, jeje (el jefe lo agrego yo).
– Pero, con el compromiso que has adoptado en tu nueva vida, habrás dejado los canutos no?
– Que va macho, he cambiado casi todo en mi vida, soy un capitalista voraz que se ha metido en el sistema a pegar dentelladas a diestro y siniestro, visto como ejecutivo, tengo una apariencia seria,... pero los porros es prácticamente lo único que conservo de mi anterior vida.
– Vaya, yo me he ido a una vida más bohemia que antes he dejado de fumar, el alcohol, hago ejercicio casi a diario, y también he dejado de vestir bien. Como cambian las vidas en poco tiempo cuando les obligamos a hacerlo...

El me dio permiso para transmitir esta entrevista a todos ustedes, aunque paso de desvelar más datos. Como dice mi amigo Iban, todos los secretos no se pueden contar. Pero yo cada vez que pienso en que me tengo que morder la lengua, me hago heridas. Estoy en el mercado desde antes de los veinte, que trabajaba mientras estudiaba para sacarme unas pesetas de aquellos años en alguna mierda de fábrica en la que me destrozaba las manos, y encima tenía que dar gracias. Pronto me di cuenta de la situación y empecé a buscar un camino alternativo que me sacara de la vida en la que me iba a meter siendo consciente. Poco a poco crecí, eligiendo bien los caminos y echando pulsos a todo lo que se me ponía por delante. Tengo amigos y enemigos por muchos lugares del mundo, algunos han crecido a la vez que yo, están bien situados en bancos, inmobiliarias, televisiones, periódicos,... e incluso me consta que algunos leen el blog. Y les gusta. Les considero gente inteligente (a los amigos y a algunos enemigos) que han sabido llegar donde están por méritos propios hasta donde yo sé, de puertas para dentro vete tú a saber. Todos saben igual que yo que este mundo está hecho una mierda, y que no va a ser fácil cambiarlo. Y menos si cada uno va a lo suyo.

En España pasa algo muy gracioso desde tiempos inmemoriales. Hay una división en su sociedad, una brecha abierta que hace a la gente remar cada uno hacia un lado. Se heredan las creencias políticas y religiosas en el ámbito familiar, cuando en realidad es poca gente la que tiene idea de religión y no digamos de política. Quien no ha escuchado decir en su entorno, “Tranquila abuela, yo te preparo el voto y venimos a buscarte para que vayas con nosotros” o “Yo voto lo mismo que mi difunto marido votó toda su vida”. Lo que parece que nadie se da cuenta es que todo es la misma porquería, las mismas ideas obsoletas año tras año que no funcionan y hacen que la sociedad no evolucione. Así que cada uno sigue remando en distinto barco, y mientras esto ocurra y no haya un consenso, no hay evolución, eso queda más que claro. Para evolucionar en un país sin recursos como es España hace falta gente inteligente, lo que brilla por su ausencia. Los hay, pero son los menos. Yo elijo evolucionar y achico lastre. Nunca voté en mi país, y estoy totalmente convencido de que no votaré nunca jamás. Me voy a remar con quien si tiene ganas de evolucionar, con los que tienen ganas de salir adelante sin luchas tribales que no sirven más que para perder el tiempo. Aún no sé dónde está ese lugar, pero estoy seguro que lo encontraré.

Y como lo importante es uno mismo, y todos somos el ombligo del mundo, si nada cambia, yo seguiré igual de tiburón que todos, me acercaré de vez en cuando a las costas de España por el mediterráneo, pegaré un mordisco con mi poderosa mandíbula y me llevaré mi presa para comérmela lejos y compartirla con quien me apetece, con quien necesita, con quien tiene hambre, porque ahora es así la vida, de poder, de fuerza, de ladrones y avariciosos, y aunque parezca un contrasentido que yo me acerque a esas costas a por comida para saciar mi apetito, es mi terreno, es donde me han criado, donde me han enseñado cómo actuar, primero mis padres, luego los curas y la sociedad, y finalmente, cuando me di cuenta del juego, soy yo mismo el que dirige las riendas.

Así que tener cuidado, si un día os estáis bañando por una de esas masificadas playas del mediterráneo y veis una aleta acercarse, huir, porque puedo ser yo que se aproxima a pegar unas dentelladas y escapar nadando raudo y veloz. Y si no soy yo será algún otro tiburón hambriento y voraz que no dejará títere con cabeza.

Animo a todos, subiros rápido al tren que si lo perdéis ya no vuelve. Y no os equivoquéis de ventanilla, porque igual vais mirando por la que no es. No os voy a decir que no tengáis prisa porque es mentira. No hay para todos, sólo para unos poquitos. Así que.... o veloces, audaces y bastardos... o estáis jodidos.

0 comentarios: